2.5.14

Primera persona del singular

Era un egoísta, de esos cuya atención en el ego ajeno se daba en la medida (en términos de longitud) que hay desde el hombro propio -incluyendo la extensión del brazo- y el vacío para llegar al hombro de alguien. La medida del interés. No era mala persona, no sabía ser de otra manera. Hacía uso exclusivo de la facultad biológicamente adquirida de la lengua, para pedir favores. Era un ego rodeado de espejos, un interminable discurso en primera persona.

8 comentarios:

  1. Buen retrato, pero ... ¿tiene algo de especial? Yo creía que todos éramos así.
    Abrazos, siempre

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  2. todos tenemos nuestra parte egoísta oculta por ahí, o no tan oculta...

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  3. cuánto que me cuesta llevarme bien con alguien así!

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  4. No sabes cuanto espere volverte a leer, tu última entrada me dejo tan intrigado saludos cordiales admiro tus palabras

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