25.5.16

Humo



No hay tiempo para el romance. 
El sexo des personalizado pareciera ser el manotazo de ahogado más popular del momento. Te saca del apuro, te saca las ganas, te mantiene a flote y después nada. Nudos flojos que disimulan ese no sé ni entiendo bien por poco tiempo. Deseo, nunca compromiso. Tropezando a ciegas en un camino lleno de pozos. 
¿Por qué te ponés en común con alguien que tiene un nombre que no querés repetir por mucho tiempo? 
Se aconseja no jugar con la gente; se aconseja tener una palabra que valga la conversación y la escucha; se aconseja no dejarse llevar, como si caminar bajo la bandera ridícula de "dejemos que fluya", nos llevara a un lugar seguro. 
Y sobre todo: se aconseja alejarse de las personas de humo, de un humo denso, viciado y asfixiante. 
Cuanto más fuerte es el golpe que recibimos, más anestesiados nos deja. No había ninguna necesidad de correr, de irse de boca, de apurarse, de hacer planes en tiempo muerto. 
Caemos en la cuenta sobre la marcha, aminoramos el paso pero no nos quedamos quietos. Pausa, ¿acaso no todo beso debería ser un milagro? ¿Qué carajo nos pasa? El humo no te envuelve, se evapora. Hacemos lo que podemos, pero no nos alcanza, no nos hacemos cargo.